jueves, 26 de agosto de 2010

Dialogo

Narrador: Nos remontamos a la primera década del siglo XIX. En el reino de Chile se vivia un momento de cambio debido a la primera junta nacional de gobierno donde las clases sociales se dividieron en dos: El pueblo y la aristocracia

Francisco: ¡Mire primo! Esta es la plaza de santiago (con entusiasmo abrazando a Vicente)

Vicente: Muy bonita, pero esta tendencia no se compara con la arquitectura que vi en Roma.

Rubén: Que suerte la suya de conocer todo el mundo

Vicente: ¡Pero primos! ¿Que ha pasada de interesante en sus vidas?

Rubén: Nada primo, solo se hará una fiesta en el pueblo.

Francisco: Seria un entretenido ir, ¡Pero imagínense lo que pensarían nuestros padres!

Vicente: No deberíamos ni preguntarles, ya sabemos la respuesta.

(Se retiran los tres jóvenes)

Narrador: Dejamos a nuestros personajes y nos centramos en feria de la plaza, se encuentran dos jóvenes amigas: Matilde, de una belleza particular e Irene, de un carisma singular.

(Se ambienta la feria con vendedores y gente paseando)

Matilde: ¡Irene, tantas lunas sin verle!

Irene: ¿Qué anday haciendo por estos laos?

Matilde: Me mando mi amita a comprar verduras

Irene: Hablando de amita, ¿Cómo esta su familia?

Matilde: Todos sanitos, gracias a mi Diosito pué.

Irene: ¡Oye! ¡Mira esos tipejos que nos estan mirando?

Narrador: Matilde prefiere no mirar para no dar importancia a aquellos hombres, pero Francisco queda fascinado con su belleza.

Vicente: ¿No se estará fijando en aquella china?

Francisco: Es la mujer mas bella que he visto.

Rubén: Pero, ¿Cómo puede fijarse en una mujer así?

Francisco: Son sus ojos los que me han cautivado.
Vicente: Usted sabe que esto es imposible, además esa gente se aprovecha de nuestra riqueza.

Francisco: No todo en la vida es riqueza. (Se retira desconsolado)

Rubén: Pero recuerda que estas comprometido con Elena!

Francisco: Pero si yo no la amo.

Narrador: Francisco sabia que sus padres no le permitirían tener un romance con una joven de clase baja, pero el amor es más fuerte

Rubén: Francisco, lo veo callado y pensativo. ¿Le ocurre algo?

Francisco: No le dejado de pensar en aquella muchacha, cuya belleza me ha deslumbrado.

Vicente: ¿Realmente le ha cautivado aquella mujer?

Francisco: Mi corazón ha quedado enfermo de amor y solo ella es la cura.

Rubén: Siento que sus palabras son sinceras y me conmueve su valor.

Vicente: Cuente con nuestro apoyo.

Vicente: ¡Se me ha ocurrido una idea brillante!

Narrador: La idea de Vicente fue simular ser uno mas del pueblo, con el objetivo de que francisco tuviese la oportunidad de conocer a Matilde. Para ello tendrían que vestir, hablar y actuar como ellos. Al otro día los jóvenes, fueron a la feria en busca de vestimenta para llevar a cabo su plan.

Rubén: Será mejor que nos demos prisa, antes de que nos vea alguien

Vicente: Como esta gente del pueblo es tan chismosa, imagínese que barbaridad dirían al vernos aquí.

Rubén: caminemos hacia ese puesto.

Doña Flor: Dígame pué, ¿En que le puedo servir?

Vicente: Sabe Doña, ando buscando ropa sencilla.

Doña Flor: Haber mijito, ¿Qué tipo de ropa?, Hable mas claro pué. ¿Esta puede ser? (mostrándole prendas)

Rubén: Si señora, necesito tres prendas similares.

Narrador: Doña Flor, como era muy astuta, vio que los zapatos de aquellos jóvenes eran finísimos y le llamaron mucho la atención.

Doña Flor: ¡Oye mocito! Y ¿Esos zapatos?

Pedro: No sea copuchenta Doña Flor.

Ernesto: La edad le esta afectado señora.

Isabel: No se metan ustedes huasos brutos.

Débora: Sigamos trabajando mejor.

(Los jóvenes huyen)

Narrador: Al otro día, Francisco, Vicente y Rubén, llegaron al pueblo con sus respectivas ropas.

Francisco: Me siento raro.

Rubén: ¿Cómo es posible que haya gente que ocupe estas prendas tan insignificantes?

(Ven a Matilde caminar después de una compra en la feria)

Narrador: En ese momento Francisco se llena de valor, guiado por su corazón.

Ebrio 2: Chinita mía, ¿Viene a hacerme compañía?

Ebrio 1: (trata de abrazarla)

Ebrio 3: ¿Y si nos tomamos juntos una chichita?

(Matilde se pone muy nerviosa)

 Narrador: Matilde al verse en una situación desagradable, se le cae las compras. Francisco encuentra la situación ideal para hablarle. En ese momento, accidentalmente juntan sus manos y sus miradas se entrelazan.

Matilde: Gracias, pero no era necesario.

Francisco: Era imposible no ayudar a una mujer tan liadísima como usted.

Matilde: No diga eso que me sonrojo.

Francisco: Es la Purísima verdad. Pero si supiera su nombre…

Irene: ¡Matilde! ¡Tu amita te anda buscando!

(Irene se la lleva de un brazo)

Narrador: Transcurre el tiempo. Francisco y Matilde se encuentran frecuentemente en la pileta de la plaza. Matilde, sin saber que Francisco era parte de una de las familias más aristocráticas de Santiago, establecen una amistad que crecía cada día más.
En ese momento de su encuentro pasaba por aquel lugar una mujer, muy amiga de los padres de Francisco, la cual se encarga de llevar todos los chismes del pueblo.

Jacinta: Patroncitos he visto algo muy terrible, algo muy delicado de contar.

Mama de Francisco: ¡Mujer dime! ¿Qué viste? ¿Era tan terrible?

Papa de Francisco: ¿Otra vez traes chismes?

Mama de F.: ¡Deja que hable! ¿No ve la cara de espanto que trae?

Papa de F.: ¡Habla luego!

Jacinta: He visto a su hijo Francisco convertido en uno más del pueblo, enamorando a una mujer de clase baja.

Mama de F.: Esto no puede ser! ¿Esta segura?

Jacinta: ¡Si estoy segura! ¡Era el!

Mama de F.: Pero si el esta comprometido con Elena.

Papa de F.: Esto no nos puede estar pasando a nosotros. Ojala que la familia de Elena no se entere, seria una vergüenza.

Mama de F. :(Llora)

Papa de F.: Tenemos que hablar con el.

Narrador: Después de su encuentro con Matilde, Francisco regreso a su hogar donde sus padres le esperaban.

Mama de F.: Hijo nos hemos enterado de algo terrible.

Francisco: ¿De que cosa me habla? (sorprendido)

Mama de F.: Que estas enamorando a una joven de clase baja y además te haces pasar por uno de ellos!

Papa de F.: ¿Cómo es posible semejante locura? Además estas comprometido.

Mama de F.: Seremos la burla del pueblo.

Francisco: ¡Padres! Lo siento pero debo aceptar que aquella muchacha ha robado mi corazón.

Narrador: Después de haber entregado en chisme a la familia de Francisco, Jacinta se dirige a la familia de Matilde.

Jacinta: Matilde vengo a contarle que con el joven que usted se encuentra en la plaza es un joven de muy buena posición y esta comprometido.

Matilde: Usted es una chismosa, ya nadie le cree.

Jacinta: Yo solo cumplo con informarle ya que en esa familia nunca la van a aceptar (Voz burlona)

(Jacinta se va y Matilde no hace caso a los comentarios de esa mujer)

Padre de Matilde: ¡Matilde! ¿Por qué no nos contaste de aquel joven?

Matilde: ¡Padres! Si solo nos estábamos conociendo.

Madre de Matilde: Hija ten cuidado porque lo que vino a decir esa mujer puede ser verdad.

Hermano de Matilde: Si llega a ser verdad este chisme yo mismo hago justicia con mis propias manos. Tú sabes que eres lo más valioso para nosotros.

(Se retiran)

(Se vuelven a juntar Francisco con Matilde en la pileta)

Francisco: Usted sabe que se acerca una de las fechas más importantes, la fiesta de la gran Chingana y me gustaría que me acompañase.

Matilde: (sorprendida) Acepto la invitación pué!

Francisco Que alegría me da escuchar su respuesta.

Narrador: Comienzan los preparativos para la gran fiesta de la Chingana, donde la mayoría del pueblo asistiría.

(Se preparan todas las cosas para la fiesta)

Hija 1: Ya pué mamita, apure la cosa que los invitados ya van a llegar.

Doña Carmela: Si se mijita, si se.

Hija 2: Mamita, ¿Ha visto a la Matilde con ese hombre recién llegado?

Doña Carmela: No ando na’ fijándome en la vida de los demás pué.

Hija 3: (le contesta a su mama) ¿Ese, el que la esperaba en la pileta de la plaza todos los días?

Hija 2: Ese mismito, ¡Es el chisme de todo el pueblo!

Hija 1: Ya pué, apuren que la fiesta va a comenzar.

Narrador: comienzan a llegar los primeros invitados a la gran fiesta, en donde el ánimo es la clave del festejo.

Doña Carmela: ¡Ahí vienen mis clientes favoritos!

(Entran los tres ebrios)

Ebrio 1: ¡Tantas lunas sin vernos Doña Carmela!

Doña Carmela: ya anday curao huaso bruto no más… si ayer mismo viniste a tomarte una chichita.

(Se van a un costado de la escena y sigue entrando la gente. Llegan los músicos)

José miguel: Buenos días Doña Carmela , si usted se me apareciera yo daría lo que fuera pa’ salir con su hija y hacer lo que yo quisiera.

Doña Carmela: De donde salieron esos huasos entrometidos y vivarachos, si le tocan un pelo a mi hija, yo misma les pego un varillaso. (Gesto de golpe)

Placida: ¡Facundo! ¿Qué anday haciendo por aquí malas pulgas? ¿No andaba preso?

Facundo: Shh! Manerita de recibirme Placida! ¡Tráigame una chichita para celebrar!

Placida: ¿Qué anday celebrando?

Facundo: Que al fin me escape de esa manga de Talaveras.

Placida: ¿Cómo lo hizo pa’ escaparse?

Facundo: ¡Se cuenta el milagro pero no el santo! Ya no me haga tanta pregunta y vaya a buscarme la chichita que le pedí.

(Placida va a buscar el trago)

Placida: Ahí esta! Y deja de molestar pingadilla!

(Facundo se va a un lado del bar y Placida sigue son sus servicios)

(Alonso se para y grita a la Hija 1)

Alonso: ¡Oiga mi musa! Me tiene la boca sequita, ¿Por qué no me trae una chichita?

Hija 1: ¡Óigame usted Don Alonso! No se me cure pué.

(Suena la música y todos bailan, incluyendo a Francisco y Matilde. Facundo se acerca a una chica que se acababa se sentar)

Facundo: ¿Quién es ese que esta bailando con Matilde?

Marta: ¿Qué no lo conoce, oiga? Si andan pa’ todas partes juntitos.

Facundo: A mi nadie me viene a quitar a mi Matilde.

Marta: Apúrense entonces pué, mire que se le ven bien enamorados.

Francisco: Voy y vuelvo Matilde, no tardo…

(Deja sola a Matilde y llaga Facundo, la toma y la lleva a un lado de la chingana)

Matilde: ¿Facundo? ¿Qué estas haciendo aquí?

Facundo: ¡Salí por ti amor!, no soportaba ni un día mas sin ti en ese encierro.

(Doña Carmela interrumpe la conversación)

Doña Carmela:¡Oigan mis caballeros, no se me aburran, saquen a bailar a mis señoritas pues!.

(Doña Carmela y Doña Flor gritan al mismo tiempo:)

¡Rómpanme esas guitarras!!

Todos gritan: ehh! (Empieza la música y el baile. Las parejas que bailan se paran y van  al  centro junto con Matilde y Facundo que estaban viendo la escena)

(Al terminar la música y el baile, llega Francisco con dos vasos y al ver Matilde con Facundo grita)

Facundo: ¿y tú pelagatos? ¿Quién te crees pa’ andar reclamando?

Matilde: ¡Basta Facundo! ¡Dèjalo en paz!

(Se mete doña Flor)

Doña Flor: Óigame! ¿Usted es el mocito que me compró estas ropas el otro día pue?

Francisco: Discúlpeme pero usted se está confundiendo

Doña Flor :¿Yo? Jamás olvidaría un rostro

Ebrio 2: ¿Con qué mocito? (se ríen los ebrios)

Matilde: ¡Francisco! ¿Es verdad lo que ella dice? ¿Me estuviste mintiendo todo ese tiempo?

Francisco: (Se mantiene un silencio y se acerca a ella mirando al público) Si, es verdad, pero lo hice por amor.

(Se para Miguel, Felipe Machuca e Ignacio Gallardo y se acercan)

Doña Carmela: shhh Sáquenme a este mocito de aquí shhh
Francisco: (Grita:) Matilde!...

(Lo toman, y lo sacan de la escena, vuelven a sus mesas)

(Facundo se lleva a Matilde y salen de la escena...también  huyen tras Francisco, Vicente y Rubén, salen por al frente de todos)

Doña Carmela: Yaya fuera! Aquí no queremos señoritos! Óigame José Miguel! ¿Qué pasó con esa guitarra?

(Comienza a tocar, la música queda de fondo…)

(Aparece el joven seductor Raúl)

Raúl: Hola  señora Carmela! ¿Empezando la fiesta sin mí? ¿Acaso  ya no le importo?

(Las hijas de doña Carmela lo empiezan a mirar y a chismosear entre ellas…)

Doña Carmela: Cómo se le ocurre mi Raulito! Si usted es el alma de la fiesta pue!

(Se va a un  lado con  doña Carmela  y luego se acerca al lado de los músicos, se  paran también Ernesto) (Pedestal)

(Empiezan a decir payas)

Raúl: El que quiera  ser mi compadre, tres cosas ha de tener: buen caballo, buena manta y una hermosa Mujer!!

(Todos gritan  ehh!)

Ernesto: (vaso en mano) Brindo por la mujer, de esta tierra tan preciosa, y al tatita Dios, que las hizo tan hermosas.

(Todos gritan: ehh! Viva!!)

(Vuelve Raúl al bar con las hijas de doña  Carmela, también Ernesto vuelve a su mesa)

(Se para Alonso de su mesa y va curado)

Hija: (grita: ) eh!  don  Alonso, no le dijimos que tuviera cuidado pue??

(No la escucha y sigue derecho en la mesa de los curados)

Alonso: (Voz de borracho) Tú!!, te andaba buscando, huaso sucio!!, te metiste con mi mujer! Ven para acá que te voy a varillar!!

(El ebrio 3 se para y ambos pasan al medio del escenario)

Ebrio 3:¿Yo?, yo no me metería con esa mujer, ni que tuviera muerto!!

(Empieza una pelea de ebrios donde ninguno se golpea, después de un rato se golpean los dos al mismo tiempo y ambos caen al suelo…)

Alonso: (con voz de ebrio y de cansado) hua…huaso su…sucio.

(los otros dos ebrios se llevan al Ebrio 3 botado en el suelo hacia su mesa, a Alonso lo levantan y lo llevan a su mesa Miguel y Felipe Ma.)

(José se sube al pedestal y dice una paya)

José Miguel: Viva Chile, Viva la cordillera, viva mi pueblo y la mujer chilena.

(Todos gritan viva! Y miguel dice una paya)

Dueño del Bar: Chile es muy bonito, Chile es todo mi amor, por eso yo lo quiero, con todo mi corazón!

(Se acerca Irene a Matilde al centro de la escena)

Irene: Puuu mi cabra e miercale, ¿Qué le ha pasado pué?

Matilde: No lo se, pero creo que el dolor que siento es por amor.

Irene: ¿Por Facundo?

Matilde: Jamás podría volver a andar con ese pinganilla! (Actuación de tristeza y duda)
Creo que me he enamorao de Francisco.

Irene: ¿Francisco? Pero si ese mocito e un mentiroso y aprovechaor!

Matilde: ( suspira con duda) Ya no se que pensar.

(Llega Facundo e interrumpe la conversación de Matilde e Irene)

Facundo: ¡Oiga Irene! ¿Por qué no se busca un huaso que le haga compañía mejor?

(Irene se da la media vuelta y se retira indignada)

Matilde: ¡Facundo! ¡Basta de seguirme!

(Entra Francisco y se acerca donde facundo)

Francisco: ¡Déjala en paz Facundo! ¡Ella no quiere estar contigo!

Facundo: ¡Tu eres un mentiroso! , Ella me pertenece.

Matilde: ¡No Facundo! Estas equivocado, mi corazón le pertenece a Francisco.

Facundo: ¡Esto no queda así! ¡Lo tendremos que arreglar solos y como hombres!

Francisco: Por Matilde estoy dispuesto a TODO (Desfonda espada y la gente dice OH!.)

(Facundo viendo que un talavera estaba distraído le saca una espada. La gente se para de sus mesas y todos están pendientes de la pelea que se realizara)

Talavera: ¿Qué esta haciendo?

(Facundo lo apunta con la espada)

Facundo: ¡Usted no se meta!

Narrador: Mientras Francisco y Facundo empiezan a pelear Matilde y el Talavera fueron en busca de ayuda para poder atrapar a Facundo)

(Comienza la pelea y la gente grita)

Facundo: ¡Jaja mocito! ¡Te arrepentirás de haberte metido con mi mujer! ¡Ya veras!

Francisco: ¡Y tu te arrepentirás de entrometerte en el amor que forme con Matilde!

(Pelean, se espera y tiempo)

Francisco: ¡Facundo no seas necio! , ¡Acepta tu derrota y dejemos esto hasta aquí!

Facundo: (Se ríe) ¿El mocito tiene miedo?, mejor quédate quieto pa’ zamarrearte!

(Pelean y espera un tiempo)

Facundo: Llego tu fin mocito e miercale!

(Francisco hace un golpe y Facundo lo esquiva, es cuando se da vuelta Facundo y lo ataca por pa espalda. Francisco cae lentamente)(Matilde llega junto al Talavera)

Matilde: (Grita) ¡Francisco! (Corre hacia el)


Ernesto: (Grita) ¡Facundo corre que te van atrapar!

Facundo huye entre la multitud que estaba viendo la escena del asesinato, los talaveras lo persiguen y desaparecen de escena)


(La gente queda inmovilizada, Matilde sobre el cuerpo de Francisco, la gente observando a Matilde, otros observando la huida de facundo)

Matilde: ¿Cómo salgo ahora de esta pena? ¡Ni siquiera le dije a la cara cuanto le amaba!




La fuerza del amor que él tenia hacia Matilde no pudo salvarlo de la sed de sangre y friolenta actitud de Facundo. Este último habría logrado escapar de los talaveras…y nunca más apareció por los lados de la Chingana. Matilde ya no volvería a ver nunca más a Facundo…pero tampoco volvería a ver a su enamorado Francisco.

1 comentarios:

Jojo! dijo...

Creo qe se comieron una parte del dialogo entre matilde, facundo y francisco D:

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